Entre tormentas y mundiales

Y cruzamos! Empezamos pisando suelo argentino en Colón.

Un pueblito tranquilo, dimos unas vueltas, no teníamos dónde quedarnos y no había mucho para hacer. Así que arrancamos hacia Concepción del Uruguay, con la idea de poder tomar trenes ahí.

¿Trenes? ¿Qué es eso? Parece que los trenes en Argentina no funcionan hace años. ¿Y qué hacemos?

De Concepción del Uruguay no tenemos mucho que decir. Apenitas salimos de la terminal. Nos fuimos rápido para Paraná, y acá estamos.

A Paraná la encontramos parecida a Montevideo. Una ciudad bastante comercial fue nuestra impresión. Luego, conseguimos un camping, que la verdad que nos vino bárbaro. El precio regalado fue lo que nos convenció, y la vista de las orillas del Paraná fue lo que nos terminó de comprar.

¿Entre diarreas y tormentas le pusimos al blog? Bueno, con la parte de tormentas no nos equivocamos. El día que llegamos fue increíble. Un calor insoportable, y de repente, lluvia, 5 minutos de intensa lluvia, y después, sol, y después... lluvia. ¿Y después sabén qué? ¡Sol!

De noche llegó una tormenta eléctrica que la verdad que nos cagó hasta las patas. Tratando de dormir en medio de truenos de rayos que caían muy cerca y vientos que golpeaban las paredes de la carpa.

Nos despertamos, y de vuelta, un sol radiante. El día siguiente estuvo todo el día lindo, nos acostamos a dormir y pensamos que las tormentas habían pasado. Y nuevamente, nos despertamos entre rayos y unos vientos increíbles que no nos dejaron dormir. Y otra vez, nos despertamos y no había rastro de lluvia, un sol increíble y ni una sola nube. La tercera noche ¿Sabés qué? Más de lo mismo. Lluvia, esta vez sin rayos, y nuevamente despertarnos con un calor que no te deja respirar. Increíble, parece que ya estamos en la selva.

Y por último, ¡Uruguay nomá! Gritar el gol de Abreu solos en un bar fue algo raro. Pero la verdad que nos fuimos a dormir contentos, estando acá sentimos al Uruguay todavía más cerca.

Hoy fuimos a comprar bizcochos... este... facturas. ¡Y no tiene facturas de queso! Es más, la tipa nos quedó mirando cómo diciendo "¿Facturas con queso? ¿Vos estás loco?" ¡Ahhh! ¡Extrañamos la Posadas Park! La gente acá es bastante bien, pero igual se siente que el uruguayo promedio es más amable, sobretodo en los comercios y eso. Y los autos... Puf... Los autos no se hacen drama en pasarte por arriba, es problema tuyo tratar de encontrar el huequito para cruzar, nadie se preocupa demasiado en dejarte pasar.

Y bueno, entre estas y otras cositas chicas, extrañamos un poquito al Uruguay, pero la verdad que estamos pasando muy bien, y con ganas de seguir más para el norte.

Antes de terminar, pedir perdón si quieren que actualicemos más seguido! A veces se nos complica, ya venir hasta el centro nos queda a unos kilómetros. No se preocupen que en cuanto podamos vamos a ir actualizando y contando dónde estamos. Pero quédense tranquilos que estamos pasando genial!

PD.: Seguimos vivos.